"Es cierto que abandonó una noche su lugar de acomodo
a mis pies en la cama, cuando yo estaba hecha a su calor
y sin duda ella al mío después de casi veinte años
-¿dura tanto una vida?- de convivencia, amor
y entendimiento.
Sin duda quiso ahorrarme el horror del final. Y se fue,
Sencillamente
se fue, felinamente, sin que yo alcance a adivinar adónde."
(María Victoria Atencia, El Hueco)
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